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Todavía afectados por la pandemia, los trabajadores inmigrantes comparten sus preocupaciones sobre COVID-19

A worker in PPE


Hannia Benítez y sus colaboradores están preocupados. Desde que empezó la pandemia de COVID-19 a principios de 2020, el personal de El Vínculo Hispano -una organización sin fines de lucro de Carolina del Norte que presta servicios a las comunidades hispanas- ha trabajado para establecer relaciones con la comunidad de servicios de salud para proveer pruebas de COVID-19, vacunas, educación y tratamiento a las personas. Con orgullo, El Vinculo Hispano ha sido "un puente" entre la comunidad latina y las organizaciones locales sin fines de lucro, las agencias gubernamentales y los cuerpos policiales. Esto le ha permitido ganarse la confianza de las personas, de familias y grupos grandes, para resolver situaciones difíciles. Más allá de las barreras sociales, económicas y estructurales que estas comunidades enfrentan continuamente para obtener servicios de salud, El Vínculo Hispano se ha topado con otras barreras dentro de su propia comunidad como la duda, la desinformación y los malentendidos sobre las vacunas contra COVID-19. Esto, aunado a la liberación de las regulaciones sobre Covid-19, ha hecho que la comunidad de El Vínculo Hispano esté experimentando un aumento de COVID-19 y COVID-19 prolongado. 

Benítez, quien es subdirectora de la oficina de El Vínculo Hispano en el condado de Lee, y agente de enlace, explica que las comunidades hispanas se enfrentan a barreras que son comunes para muchos inmigrantes de primera y segunda generación en todo el país. Muchos de ellos son trabajadores esenciales sin seguro médico que tienen varios empleos, una educación formal limitada y poco dominio del inglés, lo que crea la necesidad de ayuda adicional para navegar el sistema de cuidados de salud. Además, en estas comunidades hay una prevalencia mayor de enfermedades crónicas que las coloca, en comparación con otras poblaciones, en un riesgo mayor de enfermarse gravemente de COVID-19 y de padecer COVID-19 prolongado. La falta de acceso a los cuidados de salud, representado por las tasas bajas de visitas de rutina, impiden que las personas estén conscientes de las enfermedades crónicas que posiblemente tengan, haciendo que la labor informativa de Benitez sobre este mayor riesgo tenga menos impacto en la comunidad.

Benítez dice que dentro la comunidad inmigrante todavía hay muchos que no están vacunados y siguen enfermándose. Esto significa que siguen sintiendo los síntomas intensos que eran más frecuentes al principio de la pandemia. "Estamos viendo mayores tasas de infección, más hospitalizaciones y más muertes entre los no vacunados", afirmó. A veces, verse ellos mismos o a sus seres queridos enfermos, no es suficiente para animarles a que se vacunen.

Benítez señala que la comunidad está haciendo preguntas importantes sobre las vacunas contra COVID-19 y las dosis de refuerzo. Algunas preguntas representan una curiosidad general por las propias vacunas contra COVID-19, como por ejemplo: "¿Qué diferencia hay entre la vacuna para COVID-19 y la gripe, la polio y otras vacunas?" Otras preguntas muestran una desconfianza implícita en el gobierno. "¿Está jugando el gobierno con las vacunas?", preguntan algunos, y se preguntan si el gobierno está "trabajando a ciegas", y fomentando ciegamente la aplicación de dosis de refuerzo hasta encontrar el número adecuado para que las vacunas sean efectivas, explica Benítez. "¿Por qué tantas dosis de refuerzos?" se preguntan. También son frecuentes las preguntas sobre los efectos secundarios de las vacunas. Benítez sabe que algunas personas entienden que las vacunas contra COVID-19 son eficaces, que evitan la muerte o reducen la gravedad de la enfermedad, pero se preguntan cuándo podrán ponerse las vacunas que “no tengan efectos secundarios".

Las preocupaciones que Benítez escucha de la comunidad muestra que hay un tema difícil de comunicar sobre las vacunas. Nuestros conocimientos sobre COVID-19 y sus numerosas variantes están en constante cambio. Aunque los científicos basan sus recomendaciones en décadas de investigación y en las colaboraciones que hay en todo el mundo, es imposible predecir con exactitud cuántas variantes se producirán y qué tipo de refuerzo será necesario para combatir las futuras variantes. Las recomendaciones de los CDC y otras organizaciones, como El Vínculo Hispano, se basan en la información más actualizada, disponible, y que promueve la mejor decisión informada para su salud.

A pesar de que las vacunas están a la vanguardia de la ciencia, Benítez y su compañera de trabajo, Elena González, coordinadora de los derechos y seguridad de los trabajadores de El Vínculo Hispano, están preocupadas por cómo el relajamiento de regulaciones en el lugar de trabajo está afectando a los trabajadores esenciales, particularmente a los trabajadores avícolas con los que González trabaja. En general, Benítez y González consideran que la existencia de "regulaciones menos estrictas contra COVID-19” y las "protecciones más flexibles en el lugar de trabajo" (el uso opcional del cubrebocas y la reducción de las normas de distanciamiento social) representan un peligro para los trabajadores. Explican: "En nuestra opinión es preocupante ver la negligencia con la que se trata COVID-19 en el lugar de trabajo", como por ejemplo la reducción o falta de días libres por enfermedad debido a COVID-19. "Se está despidiendo a los trabajadores esenciales que se enferman y faltan al trabajo", afirman. Debido a los cambios, los trabajadores enfermos de COVID-19 que "se sienten lo suficientemente bien" para trabajar siguen yendo a trabajar, mientras que, los que se sienten mal, no se hacen la prueba y no le dicen a los demás cómo se sienten. Estos riesgos provocados por el entorno laboral son una amenaza para la salud pública de la comunidad en general.

Benítez y sus compañeros también están preocupados por su trabajo. "Sabemos que COVID-19 existe, podemos ver las muertes de familiares y amigos", ella afirma. También ven el impacto de COVID-19 prolongado en los miembros de su comunidad, ven que tienen síntomas de fatiga, confusión mental entre otros. Sin embargo, algún personal de El Vínculo Hispano, que está totalmente vacunado, se sigue preguntando cuándo dejarán de recomendarse las dosis de refuerzos. A pesar de la incertidumbre que trae una pandemia, Benítez dice que "aún le satisface conseguir información, recursos y servicios de COVID-19 para su comunidad. Es satisfactorio ver cuando otro miembro de la comunidad decide vacunarse". La perspectiva que aportan personas como Benítez y González, y organizaciones como El Vínculo Hispano en el campo de la salud pública son muy valiosas y necesarias para nuestra batalla constante por la equidad en salud.

 

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