Declaración de posición de la Red de Proveedores de Servicios de Salud para Migrantes: Las redadas en el lugar de trabajo amenazan la salud y la seguridad de los trabajadores y las comunidades

A medida que la aplicación de las leyes de inmigración se extiende dentro de Estados Unidos, también aumentan las amenazas para la salud y la seguridad de los trabajadores inmigrantes, de sus familias y de comunidades enteras. Las múltiples redadas que están sucediendo tanto en los lugares de trabajo en Los Ángeles como en todo el país, han aumentado el temor entre los trabajadores y los empleadores. Los trabajadores con hijos están haciendo planes de contingencia relacionados con la tutela de sus hijos, muchos de los cuales ya son ciudadanos estadounidenses. Las empresas se preocupan por no tener mano de obra suficiente.  Los proveedores de servicios y los centros de salud informan que hay menos pacientes acudiendo a los centros por servicios. El hecho de que las autoridades de inmigración se centren específicamente en los trabajadores añade otro motivo de preocupación: hace que los lugares de trabajo sean menos seguros. Todos los trabajadores, independientemente de su situación migratoria, tienen derecho a un lugar de trabajo seguro. El aumento de la aplicación de la ley en los lugares de trabajo y dirigida hacia los trabajadores afecta principalmente la salud y la seguridad de varias maneras:    

1. Las redadas en el lugar de trabajo y el miedo a las redadas o a la deportación, crean una atmósfera de trauma, miedo y ansiedad. 

El impacto en la salud mental se extiende más allá del lugar de trabajo y llega a los hogares de nuestras comunidades inmigrantes, donde familias enteras, independientemente de su estatus migratorio, sufren estrés crónico. Esta constante angustia emocional tiene consecuencias para la salud física muy bien documentadas, como, por ejemplo, un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, hipertensión, problemas digestivos, trastornos del sueño y derrames cerebrales. 

2. Las redadas hacen que los lugares de trabajo sean menos seguros.

Los trabajadores que temen ser deportados dudarán a la hora de denunciar los abusos o las condiciones peligrosas en el lugar de trabajo o simplemente no los denunciarán. El temor a que su empleador llame a los funcionarios de inmigración hace que los trabajadores no denuncien las condiciones inseguras y peligrosas. Esto crea una atmósfera de intimidación peligrosa para todos los trabajadores, ya que los lugares de trabajo inseguros aumentan el riesgo de lesiones. 

3. Las redadas desalientan a los trabajadores a recibir atención médica. 

Los trabajadores que se sienten intimidados retrasarán el tratamiento de sus lesiones y enfermedades. El retraso en el tratamiento puede provocar: complicaciones de salud más graves; el desarrollo de una resistencia innecesaria a los medicamentos; tiempos de recuperación más largos y, mayores costos para los trabajadores, las familias y los sistemas de salud.