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Salud y seguridad en entornos educativos durante emergencias de salud pública: apoyo a docentes y comunidades escolares en la respuesta a COVID-19

A teacher works with a student

En agosto de 2020, solo cinco meses después de que se confirmara el primer caso de COVID-19 en Puerto Rico, se publicó el primer calendario del año escolar pandémico. Omitió uno de los elementos más importantes que todos los estudiantes, padres y personal escolar esperaban ver: la modalidad de aprendizaje. “El plan que diseñamos es uno flexible de evolución constante apoyado en datos científicos y recomendaciones de expertos. Comenzaremos las clases a distancia e iremos tomando las determinaciones en el camino”, explicó Eligio Hernández, exsecretario de Educación, en aquel momento. La incertidumbre en torno a esta nueva realidad trascendió y se expandió en todos los niveles de la jerarquía educativa. Sin embargo, la preocupación se amplificó particularmente entre los estudiantes, sus padres y maestros, ya que su mera presencia en el aula ahora representaba un riesgo potencial para su propia salud y seguridad, en lugar de un esfuerzo de aprendizaje. La conversación sobre una experiencia de aprendizaje presencial segura apenas comenzaba. Se vio obstaculizado por especulaciones, teorías de conspiración y desinformación que saturó los canales de fuentes de información y ahogó estrategias, recursos e información basada en evidencia que podrían ser útiles para los maestros y el personal escolar para mantenerse seguros a sí mismos y a otros en la escuela.

La seguridad en las escuelas en medio de la pandemia del COVID-19 sigue siendo uno de los temas de discusión pública más repetidos en Puerto Rico y alrededor del mundo ‒ y un aspecto clave de esa conversación se centra en la implementación de protocolos diseñados para proteger la salud y seguridad de todos los estudiantes y el personal. Una parte integral de un protocolo de salud y seguridad eficiente y sostenible es la capacitación del personal, desde los maestros y la administración hasta el personal de custodia y cualquier persona con responsabilidades en la escuela, que implementará y garantizará el cumplimiento. Adiestramientos para miembros claves del sector escolar fomenta un ambiente de trabajo seguro. Les ayuda a identificar limitaciones y brindar soluciones mientras empodera al personal para administrar y reducir el riesgo de contagio en actividades individuales. El personal escolar es un grupo esencial de trabajadores que necesitan herramientas para trabajar con seguridad. La formación avanzada permite a las escuelas abordar las preocupaciones de tal manera que disminuya el estrés laboral provocado por la falta de conocimiento de los mecanismos prácticos y adecuados para proteger a las personas. Dentro de la discusión pública, algunas de las preguntas o inquietudes expresadas por docentes u otros participantes del sistema educativo incluyeron estrategias de análisis de riesgos, conocimiento de indicadores para determinar la seguridad de las actividades presenciales, y alternativas para evitar contagios en el lugar de trabajo.
 

Students wearing masks in class

En Puerto Rico, Migrant Clinicians Network (MCN) realizó una serie de intervenciones para el desarrollo de capacidades para atender la incertidumbre entre el personal escolar durante la pandemia, y ayudar a las escuelas en el diseño de respuestas basadas en evidencia contra el COVID-19 para hacer la experiencia presencial de aprendizaje más segura. Usando un modelo integral, brindamos capacitación a monitores escolares, maestros, miembros del personal escolar y autoridades de salud escolar del Departamento de Salud para promover la coordinación, la asistencia técnica y la red de apoyo que permitiría una respuesta de emergencia sostenible. Este programa también alentó a los participantes a compartir la información con la comunidad escolar en general, incluidos los padres, estudiantes y otros miembros de la comunidad.

Nuestro programa de capacitación se llevó a cabo durante septiembre de 2020, el primer semestre del año escolar, mientras el Departamento de Educación de Puerto Rico planeaba reabrir escuelas en toda la isla. Maestros, personal administrativo, personal escolar y el personal de alcance comunitario escolar se inscribieron para abordar sus necesidades de capacitación y las brechas de conocimiento en salud y seguridad ocupacional y las mejores prácticas para el control de infecciones y la evaluación de riesgos. A través de la asociación de MCN con Atlantic Center for Occupational Health and Safety Training de la Universidad de Rutgers, apoyado por el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental (NIEHS, por sus siglas en inglés), llevamos a cabo dos series virtuales de cuatro talleres cada una, específicamente para el personal escolar en Puerto Rico, alcanzando una total de 284 participantes. La primera serie estuvo dirigida a maestros y personal del sistema educativo público, con representación de toda la isla. La segunda serie se centró en el sector privado que atiende a estudiantes con diversidad funcional. En este caso, el personal de la escuela incluía a todos los profesionales encargados de brindar terapia del habla y ocupacional, junto con los docentes y el personal administrativo. Durante cuatro semanas consecutivas, los participantes asistieron a talleres que introdujeron los aspectos clínicos y epidemiológicos del COVID-19, el marco normativo relacionado con la exposición ocupacional, la evaluación y control de riesgos para mitigarlos y las mejores prácticas en el ámbito escolar. Estas intervenciones dieron a los participantes una visión general clara de qué esperar en la toma de decisiones a nivel gubernamental, administrativo y comunitario, incluidas las estrategias individuales para las necesidades de las diferentes actividades educativas. Parte de la discusión incluyó reflexionar sobre las posibilidades de adaptar el currículo académico considerando la actual emergencia de salud pública. Los participantes reconocieron que adquirieron habilidades para usar en el trabajo y se sintieron motivados para hacer su ambiente de trabajo más seguro. También indicaron que lo que habían aprendido les hizo sentir que querían trabajar de forma más segura. Más del 95 % dijo que la capacitación los preparó para identificar los peligros del COVID-19 en el trabajo y aumentó su conocimiento sobre cómo responder de manera segura a los riesgos del COVID-19. A medida que continuamos con la asistencia técnica, nos dimos cuenta de que nuestra capacitación brindaba las herramientas para promover la incorporación del personal no gerencial en el desarrollo e implementación de protocolos de salud y seguridad escolar. También empoderó a los trabajadores para abogar por una mejor protección y orientación en su trabajo. MCN continuó brindando asistencia técnica a escuelas públicas y privadas para llevar a cabo una reapertura y operación segura. Como resultado, nuestra organización apoyó el desarrollo de la guía y el protocolo estatal para implementar en las escuelas públicas.
 

Educators prepare a classroom

El intercambio de información y discusión desarrollada en estas actividades educativas promovió la identificación de nuevas oportunidades de crecimiento y formación en los escenarios escolares para promover ambientes de trabajo seguros y saludables. Creemos que este modelo podría aumentar la capacidad para responder y manejar problemas de salud pública emergentes similares en entornos educativos y otros entornos organizativos. Hemos continuado implementando modelos de capacitación similares en nuestro programa de salud y seguridad de los trabajadores durante emergencias de salud pública, atendiendo a otros sectores laborales y colaborando con el Hospital General Castañer en Lares, Puerto Rico. También continuamos nuestra colaboración con el esencial sector educativo en otras áreas como el acceso a agua limpia y los desastres naturales como parte de la subvención de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés). La necesidad de capacitación de los trabajadores es sustancial, tiene un efecto dominó en las comunidades involucradas y es esencial para enfrentar y superar las emergencias que enfrentan comunidades no solo en Puerto Rico, también en el resto del planeta.

Cuando se les preguntó sobre las cosas más importantes que aprendieron en la capacitación, un participante dijo “Logré repasar los requisitos de vacunación en el ambiente escolar e identifiqué posibles riesgos en el entorno escolar. Aprendí sobre las distintas las estrategias de prevención, mitigación y protección para manejar enfermedades infecciosas.” Otro dijo, “muchas gracias por este seminario… me siento una persona más segura.”

Otros participantes indicaron que ahora sabían el uso y el cuidado adecuado de las mascarillas, las prácticas de implementación y cumplimiento del protocolo, la limpieza y desinfección adecuadas, y la importancia de las prácticas de distanciamiento físico. También mencionaron aprender los siguientes conceptos: controles administrativos, tiempo de contacto, evaluación de riesgos, la diferencia entre limpiar y desinfectar, equipo de protección personal y sus derechos como empleados relacionados con la pandemia y su salud.

 

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