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Manteniendo la seguridad de los pacientes en la era de la desinformación

A cell phone showing the WHO facebook page

La Dra. Eva Gálvez está preocupada. Varios de sus pacientes, que acuden al Centro de Salud Virginia García Memorial en el estado de Oregón, creen que ya existen tratamientos para la COVID-19, o que pueden consumir medicamentos y/o remedios caseros —como el dióxido de cloro y el ajo— para prevenir y/o tratar la enfermedad. Esta idea, diseminada a través de Facebook, alcanza cada vez a más personas y preocupa mucho a trabajadores de salud como la Dra. Gálvez. Diariamente, proveedores de servicios de salud, departamentos de salud, y otras organizaciones comunitarias combaten no solo el virus en los hospitales, sino también la desinformación generada a través de redes sociales y otros medios, y son testigos de su impacto en la vida de los pacientes y la seguridad de sus comunidades. Sin embargo, existen estrategias, soluciones prácticas y técnicas de comunicación que pueden reducir la diseminación de información errónea, asegurando que los pacientes tengan acceso a información fidedigna y correcta. 

La espontaneidad e inmediatez de la desinformación relacionada a la salud desencadena una serie de consecuencias para quienes no poseen las herramientas necesarias para discernir su veracidad.  Recientemente en un seminario virtual organizado por Migrant Clinicians Network (MCN, por su sigla en inglés), la Dra. Gálvez, junto a expertos en salud, en comunidad, y en medios de comunicación discutieron la naturaleza y efectos de la desinformación en salud y cómo combatirla en  Jennifer Acosta, MPH, Coordinadora de Asistencia para el Desarrollo de Capacidades y Asesoría Técnica en el Centro para la Integración y Capacidad del VIH/STI en el Departamento de Salud de Maryland reportó que miembros de la comunidad latina, entre ellos inmigrantes, no se sienten cómodos para hacerse pruebas de cernimiento de VIH en instituciones gubernamentales por rumores de que se compartirá la información personal con organizaciones que amenazan su estabilidad y estadía en el país, como el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por su sigla en inglés), impactando la calidad y expectativa de vida en personas que viven con VIH sin diagnosticar. Mucha de la información errónea, identificó Acosta, proviene de medios populares en la comunidad latina como WhatsApp, donde se comparten mensajes en cadena entre familiares y amigos, incluso con logos falsos de instituciones gubernamentales.

“La gente no sabe en quien confiar o dónde preguntar”, menciona Acosta, enfatizando la desconfianza que causan dichos mensajes, complicando la implementación y alcance de programas de salud.

Dentro de la comunidad, Gerardo Reyes Chávez, miembro de la Coalición de Trabajadores de Immokalee (CIW, por su sigla en inglés), corroboró la frecuencia de mensajes en cadena con contenido erróneo relacionado al origen del virus, o que la tecnología 5G es causante del COVID-19.  Las fuentes de desinformación varían, pero Reyes comenta que, al analizar y tomar en consideración el mensaje y el contexto sociopolítico, podemos notar un elemento que es consistente en medio de la infodemia o sobre abundancia de información errónea: “la información fluye mal desde arriba”.

    

Las fuerzas que impulsan la desinformación

Para entender el motor que promueve la desinformación en salud, que se propaga en Estados Unidos, es importante considerar varios contextos con una perspectiva amplia de la sociedad y su percepción de la información. El Dr. Federico Subervi Vélez es doctor en periodismo y comunicaciones de la Universidad de Wisconsin-Madison, miembro Honorario del Programa de Estudios Latinoamericanos, Caribeños e Ibéricos de la misma institución, y autor y coautor de estudios y libros relacionados a los medios de comunicación en EE. UU. y Puerto Rico. Subervi expuso que la falta de información consistente de parte de las autoridades políticas y de salud a nivel federal fomenta la propagación acelerada de la desinformación. Explicó que cuando los líderes gubernamentales en los niveles más altos presentan información errónea, los medios desvían su atención de las conversaciones científicas. La Dra. Gálvez hizo eco de estos efectos en los proveedores de servicios de salud, quienes, en lugar de enfocarse en el paciente y su tratamiento y apoyo adecuado, tienen que luchar contra la desinformación proveniente del gobierno y los medios sociales.

El Dr. Subervi enfatizó la importancia que tiene el esfuerzo federal, su liderato, y organizaciones como los Centros para el Control de Enfermedades e Infecciones (CDC, por su sigla en inglés) y los departamentos de salud para crear un ambiente de apoyo político que permita establecer seguridad y mejoras en salud para vencer y contrarrestar la desinformación y sus nefastos efectos.

Un aspecto importante que facilita la explicación de las fuerzas que promueven la información errónea es la cultura en la percepción de temas de salud. Reyes explicó que tenemos que entender la composición y el origen de quienes integran la comunidad, y el contexto político en el cuál existe, para poder verdaderamente comprender de qué manera se asimila o recibe la información. En una comunidad de trabajadores esenciales con jornadas laborales excesivas y viviendo en condiciones de hacinamiento, dónde la política pública vigente envía un mensaje que desvaloriza su vida como seres humanos y minimiza la importancia de su trabajo, es de esperar que su desconfianza e insatisfacción con la administración gubernamental afecte la percepción de la información emitida por sus instituciones. Su realidad diaria, donde sus necesidades más básicas son ignoradas, hace difícil que confíen en las recomendaciones que da el gobierno federal, estatal y local. La lucha contra la desinformación a nivel comunitario, particularmente en la comunidad de trabajadores esenciales agrícolas y otros círculos relacionados, tiene que considerar la sensación de abandono que tiene esa población por parte del liderazgo en este país.

Reyes ejemplificó que en ocasiones seguir las recomendaciones de uso de equipo de protección en algunos grupos de la comunidad puede ser “motivo de burla” cuando un trabajador usa un cubrebocas, dada la presión social que ejercen los compañeros de trabajo.

Los efectos adversos de la desinformación en salud han demostrado trascender a aspectos epidemiológicos y clínicos de prevención, como el rastreo de contactos y la vacunación. La Dra. Gálvez relató que la cantidad de pacientes que se vacunó contra la influenza este año ha disminuido dramáticamente, y los pacientes más dudas con respecto a la seguridad, propósito y efectividad de la vacunación. Este efecto es particularmente interesante al considerar la historia de problemas éticos en el campo de la salud dentro de la comunidad latina, señalado por Acosta, y el mensaje del gobierno y sus agencias federales al inicio de la pandemia, donde, según Subervi, se minimizó el virus y sus posibles consecuencias, ya aparentes a nivel mundial. El experto en comunicaciones resaltó que, la narrativa gubernamental sembró la promesa de una vacuna e inmunidad masiva de rápido desarrollo. Al no promover prácticas de prevención de riesgos como primera línea de combate y establecer confianza en el sistema de rastreo de contactos, el espacio para especulaciones y generación de desinformación con respecto a ambas medidas es mayor.

Las autoridades de salud en varios niveles gubernamentales también han sido testigos del escepticismo por parte de la comunidad latina e inmigrante respecto al propósito verdadero del rastreo de contactos. “La gente tiene miedo de compartir información con el gobierno, lo cual afecta que se realice un rastreo de contacto efectivo”, dijo Acosta. Gerardo Reyes indicó que no hay un plan concreto para asegurar aislamiento entre los trabajadores esenciales que viven en hacinamiento, cuando se requiere estar en cuarentena preventiva por haber estado en contacto con algún caso positivo de COVID-19 en la comunidad.

El problema de la desinformación en salud, según el panel de expertos, podría solucionarse por medio de estrategias comunitarias que permitan trabajar directamente con las personas que reciben, interpretan y difunden información en la comunidad.

    

Soluciones comunitarias en la prevención y reducen la desinformación

Tanto la desinformación como la crisis de salud a raíz del COVID-19, se combaten efectivamente al enfocarse en prevenir nuevas ocurrencias, mientras se mitigan las actuales. Sin embargo, existen barreras para prevenir la propagación de información errónea en comunidades vulnerables. La radio es uno de los medios de comunicación utilizados más comúnmente por poblaciones hispanoparlantes, al igual que sectores minoritarios e históricamente marginalizados en EE.UU. que no tienen acceso a fuentes oficiales de comunicación. El Dr. Subervi identificó la radio comercial, como promotor de desinformación en salud al no ejercer su responsabilidad social de informar a la ciudadanía con datos confiables de forma constante que contrarreste la información falsa promovida en la comunidad. Él cree firmemente que la radio, prensa y redes sociales comunitarias podrían convertirse en vías efectivas para comenzar a subsanar el daño causado por la desinformación y fomentar la capacidad analizar los mensajes que se reciben para crear un ambiente saludable de alfabetización en salud.

Dr. Subervi-Vélez suggested reaching out to key “influencers” like pastors and priests, business owners, and local radio stations and newspapers, to create relationships focused around COVID-19 message dissemination. Petion seconded the idea, noting that his community radio station offers spots for the local Latinx and Haitian influencers to share trusted health information.  
MCN’s public service announcements in Spanish cover the COVID-19 crisis and are available for free download. COVID-19 has also brought increased partnership with farm owners and other agricultural employers, as well as farmer associations, many of whom traditionally have not been as readily available for partnership. 

La Dra. Gálvez confirmó el uso de la radio como vía efectiva al relatar los esfuerzos de una campaña radial, subvencionada por el gobierno estatal de Oregón, para propagar mensajes con información de salud en español a través de anuncios y entrevistas a expertos en salud. Gálvez también hizo hincapié en el papel esencial de los promotores de salud comunitarios, como enlace importante entre el médico y la comunidad para hacer llegar información correcta en salud.

El promotor de salud o trabajador comunitario es a menudo considerado un aliado, amigo o parte de la misma comunidad, que conoce y aboga por las necesidades de salud de sus miembros, además de entender el contexto histórico-político en el que se encuentran. Ellos son el medio ideal para comunicar mensajes importantes de salud provenientes de fuentes gubernamentales oficiales que no tendrían la misma recepción al ser comunicados directamente por las agencias debido a la desconfianza existente. Acosta reportó el uso efectivo de grupos de WhatsApp con estos líderes comunitarios donde se consulta la veracidad de información y contenido en salud distribuido a través de redes sociales como mensajes en cadena.

Usar los mismos medios de comunicación por donde se disemina la desinformación es la vía ideal para contrarrestar dentro de las comunidades. Además, el enfoque y contenido de la respuesta ante la desinformación es igualmente determinante en la lucha contra esta. Los expertos coincidieron en que el mensaje contra la desinformación debe considerar la cultura latina y sus valores: la unión familiar y el respeto a la vida humana. “Para ganar una batalla, hay que entender contra qué vamos y cuáles son nuestras fortalezas”, dijo Reyes.

Basado en la alta capacidad de afinidad con el prójimo, otra estrategia efectiva de concientización y comunicación de información de salud podrían ser usar testimonios y ejemplos positivos de cómo se salvan vidas usando medidas preventivas contra el COVID-19, al igual que las consecuencias negativas del virus al no seguir las recomendaciones. La muerte de un cantante mexicano por el virus —ejemplificó la Dra. Gálvez— tuvo un impacto particular en sus pacientes. Escenas de actividades familiares virtuales, o presenciales con distanciamiento físico y mascarilla en espacios con ventilación adecuada, como ejemplo de festividades responsables y con menor riesgo de contagio podrían impactar a miembros de la comunidad. “Entre los latinos es penoso no invitar a alguien a casa o pedirle que se ponga mascarilla”, indicó Gálvez. A través de estos ejemplos, se podría normalizar el uso de mascarillas en actividades familiares, que disminuyan la posible descortesía que podría generar esta acción según ciertas costumbres latinas. 

Las alianzas con organizaciones que conocen y apoyan la comunidad latina podrían ser claves en el esfuerzo de la difusión de información de salud confiable y culturalmente sensible. MCN cuenta con anuncios de servicio público en español que contienen información relacionada al COVID-19 y están disponibles en línea descargarse gratuitamente. COVID-19 ha aumentado las colaboraciones entre dueños de granjas y otros empleados de agricultura, al igual que promovido alianzas entre organizaciones que previamente no estaban disponibles.  Y muchas de estas organizaciones podrían impactar a sus afiliados(as) y público en general a través de sus publicaciones en las redes sociales. 

Otra estrategia poderosa podrían ser las personalidades con un alto volumen de seguidores y poder de alcance en las redes sociales. Los famosos influencers o creadores de contenido podrían ser portavoces y guerreros en la lucha contra la desinformación, con su capacidad de diseminar información en masa rápidamente, sin importar la distancia. Redes como TikTok, altamente utilizada por la juventud en todo el mundo, alcanza billones de usuarios diariamente. Si las personalidades influyentes no poseen la información correcta en salud, se abre un espacio peligroso donde se puede generar y compartir información errónea. Gálvez compartió la experiencia de un influencer, que afirmaba poder saber si tenía o no el virus si podía degustar o no el sabor de una cebolla al morderla. Publicaciones como esa llegan a millones de personas que, creyendo esta información, pueden poner en riesgo sus vidas y las de sus seres queridos pensando que es un método alternativo a las pruebas para detectar en el organismo la presencia del virus que causa la COVID-19. Dirigir a las personas a fuentes fidedignas, particularmente en su propio lenguaje, y conectar los expertos en salud con la comunidad, ayuda a distribuir información confiable en las comunidades luchando contra la información errónea.

  

Nuevas herramientas para revisar la veracidad de información y desmentir información incorrecta

Las prácticas efectivas para comunicar información sobre COVID-19, centradas en combatir la información errónea, continúan en aumento. Existen gran cantidad de ideas y herramientas para ayudar al personal clínico a desarticular la información errónea y ayudar a la comunidad para que evalúe críticamente la información que reciben. MCN desarrollo una herramienta interactiva que recopila las mejores prácticas para analizar mensajes de salud. Esta herramienta está basada en las "Cinco preguntas claves", recurso desarrollado por el Center for Media Literacy (CML), que guía al usuario para que haga una evaluación crítica de las fuentes, formato, audiencia, contenido y propósito de los mensajes, y provee enlaces a recursos adicionales.

Los panelistas cerraron la sesión con las siguientes recomendaciones: “Piensa, antes dar un Me Gusta o compartir un mensaje”— recomiendó Subervi como regla general, invitando a la ciudadanía a investigar el origen y contenido de las publicaciones para evitar la desinformación cibernética. “Estemos más capacitados y compartamos la capacitación que nos da la educación para ayudar a aquellos fuera de nuestros círculos que necesitan la información acertada, por el bien propio, de nuestra familia y nuestra comunidad”, añadió.  La Maestra Acosta recalcó lo importante que es reconocer la ansiedad y el temor que todos tenemos durante esta pandemia y la necesidad de tener organizaciones, espacios y recursos confiables donde la gente pueda consultar y responder a sus preguntas. La Dra. Gálvez enfatizó la importancia de “rectificar los mitos sin juzgar a la persona que propagó la información errónea”. Por último, Gerardo Reyes resaltó la importancia de la autogestión comunitaria: “la comunidad tiene que luchar contra la desinformación… el no hacerlo resulta en muerte”.

 

Acceda al recurso desarrollado por MCN:

Analizando mensajes sobre salud | Cinco Preguntas Clave

Vea el panel en línea con la Dra. Gálvez, Mtra. Acosta, Sr. Reyes y el Dr. Subervi Vélez:
https://www.migrantclinician.org/toolsource/resource/panel-de-discusi%C3%B3n-informaci%C3%B3n-err%C3%B3nea-en-salud-y-medios-de-comunicaci%C3%B3n-social-

Descargue los anuncios de servicio público en español relacionados al COVID-19 y la salud de MCN:
https://www.migrantclinician.org/toolsource/resource/mascarillas-radio-spots.html 

Descargue programas radiales en español relacionados al COVID-19 y seguridad ocupacional de MCN:
https://www.migrantclinician.org/toolsource/resource/programas-de-radio-jornada-de-prevenci%C3%B3n-de-trabajadores-de-immokalee-y-migrants

 

     

 

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