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Liderazgo ambiental: desarrollo de jóvenes líderes de conservación y manejo de emergencias comunitario en la escuela

Environmental Stewardship
(Impacto comunitario llevado a cabo por estudiantes de la escuela José Emilio Lugo en Adjuntas)

[Nota del editor: el 1 de junio marcó el comienzo de la temporada de huracanes. En Puerto Rico, Migrant Clinicians Network involucra a numerosos colaboradores comunitarios e industrias para crear una preparación para emergencias localizada que involucre a toda la comunidad y garantice que los más marginados de una comunidad no se queden fuera. Este mes, destacamos parte del increíble trabajo que el equipo de Puerto Rico de MCN ha logrado durante la pandemia, y cómo su trabajo genera preparación y resiliencia para la próxima crisis. Puede leer la primera parte de esta serie de blogs de tres partes aquí.]

Se hace referencia regular al huracán María, cinco años después de su terrible llegada a Puerto Rico. Ese huracán devastador reveló fallas profundas y graves en los sistemas, la infraestructura y los marcos que sustentaban a nuestra sociedad. A medida que se desgarraba el tejido mismo de nuestra forma de vida, comunidades enteras se organizaron y movilizaron tras la débil respuesta del gobierno local y federal a sus necesidades. En toda la isla, vimos personal médico brindando servicios gratuitos a todos los que los necesitaban, comunidades enteras recibiendo alimentos cocinados por abuelitas, chefs u otros miembros solidarios de la comunidad, e incluso guarderías para niños cuyos padres necesitaban salir a hacer filas durante horas intentando encontrar artículos esenciales para la supervivencia de su familia. Después de un par de meses, se reanudaron las actividades normales del día a día, incluída la escuela presencial, para quienes tuvieron la oportunidad. Maestros, niños y todo el personal escolar que pudo movilizarse se reunieron para compartir sus experiencias. El aula se convirtió en un espacio para procesar nuestra nueva realidad y entender los acontecimientos que nos llevaron a ella. Nuestros jóvenes fueron educados sobre los huracanes, cómo se restauraría el medio ambiente de su comunidad, la resiliencia y la esperanza. Un proyecto de Jan de la Paz, profesor de español en San Juan, fomentó la empatía entre los estudiantes mientras estimulaba su aprendizaje utilizando tecnología innovadora para crear documentales cortos con la narración de las experiencias de sus estudiantes durante el huracán. Las escuelas alrededor de la isla se convirtieron no solo en un lugar de refugio para los vulnerables durante las emergencias, sino también en un lugar para sanar y crecer. Sin embargo, un currículo centrado en la educación ambiental no se ha integrado ampliamente. La educación ambiental, un proceso que permite a las personas explorar problemas ambientales, participar en la resolución de problemas y tomar medidas para mejorar el medio ambiente, es necesaria para desarrollar una comprensión más profunda de los problemas ambientales y tener las habilidades para tomar decisiones informadas y responsables con respecto a un ambiente saludable para asegurar una comunidad sana. En un esfuerzo por abordar la preparación para desastres en relación con la protección ambiental y la salud humana en comunidades vulnerables, Migrant Clinicians Network (MCN, por sus siglas en inglés) desarrolló un currículo de educación ambiental para ser integrado en escuelas ubicadas en la región montañosa de Puerto Rico.
 

Environmental Stewardship: Developing Young Conservation & Emergency Management Community Leaders at School
(Estudiantes de la escuela Gabriela Mistral de Castañer representando el proyecto de educación ambiental.)

Los objetivos generales del programa de educación ambiental de MCN en este proyecto fueron:

1) desarrollar líderes ambientales jóvenes que participen en el aumento de la capacidad de su comunidad para pensar críticamente sobre los problemas ambientales y las decisiones asociadas que afectan la salud humana y el medio ambiente en relación con la preparación para desastres y respuesta;

2) aumentar la educación pública para mejorar la protección de la salud humana y el medio ambiente en relación con la preparación y respuesta ante desastres;

3) y garantizar la seguridad ante químicos y el agua potable en lo que respecta a la preparación y respuesta ante desastres.

Nuestra asociación con el Hospital General Castañer, un centro de salud comunitario local, y el apoyo de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), nos permitió identificar cuatro escuelas en esta región principalmente agrícola ubicada en el corazón de la isla. Además de no tener electricidad por meses enteros, perder cosechas y sufrir gran destrucción ambiental, los ciudadanos de este sector experimentaron falta de acceso a agua potable y exposición a contaminación ambiental causada por el huracán que perdurará años después del paso del fenómeno climático. En respuesta a su situación, creamos un currículo centrado en la seguridad ante químicos peligrosos y el acceso a agua limpia y segura durante emergencias y desastres que incluía enfoques educativos variados, como observación práctica y descubrimiento en el medio ambiente, indagación, aprendizaje cooperativo, estudios de casos, y aprendizaje basado en problemas y basado en proyectos. Los directores de las escuelas, los maestros de salud y los maestros de ciencias de las cuatro escuelas seleccionadas recibieron un taller sobre el currículo y su integración, y una subvención monetaria que sería útil para adquirir materiales para todas las actividades del proyecto. También programamos reuniones de aprendizaje colaborativo para asegurar la interacción de todos los colaboradores al compartir experiencias, desafíos, mejores prácticas e ideas mientras se integraba el currículo escolar. Al completar la creación del currículo y la capacitación del personal, comenzamos a trabajar en su implementación, y llegó el COVID-19 a Puerto Rico.
 

Water filter created by students of Hector I. Rivera Irizarry School at Adjuntas
(Filtro de agua creado por los estudiantes de la escuela Héctor I. Irizarry en Adjuntas)

A medida que la pandemia de COVID-19 cambió nuestra forma de vida, surgió una gran incertidumbre en el sector educativo. Este proyecto de educación ambiental, lleno de oportunidades y experiencias dentro y fuera del aula, tuvo que adaptarse a los cambios vertiginosos que traía nuestra nueva realidad. Los educadores de nuestras escuelas participantes - Escuela Rafael Aparicio Jiménez, Escuela José Emilio Lugo, Escuela Gabriela Mistral y Escuela Héctor I. Rivera Irizarry - enfrentaron los desafíos de realizar un proyecto de educación ambiental educando virtualmente o en modalidad híbrida, y dos de estas escuelas estaban funcionando bajo horarios alternos o interlocking. Cuando las escuelas funcionan en horarios alternos o interlocking, significa que una misma estructura es utilizada por diferentes estudiantes y personal escolar en diferentes momentos. En este caso, la estructura Escuela Héctor I. Rivera Irizarry sufrió daños estructurales por los terremotos ocurridos un mes antes de que comenzara la pandemia -otra emergencia que ha atravesado Puerto Rico en los últimos años- y no pudo recibir a los estudiantes y al personal de manera segura. Se les instruyó compartir el edificio de la Escuela Rafael Aparicio Jiménez en un horario alterno para continuar brindando servicios. El horario alterno o interlocking tiene un impacto significativo en los períodos de clase, el uso del espacio en el aula y otras dificultades tanto para los estudiantes como para los maestros. Los educadores demostraron su creatividad y resiliencia usando tecnología, presentaciones y actividades de aprendizaje que los estudiantes podían hacer en casa. Nuestras reuniones de aprendizaje colaborativo también brindaron un espacio para que los maestros compartieran sus desafíos con la pandemia en el aula mientras implementaban este proyecto. Cuando regresaron al salón de clase de forma presencial, los maestros continuaron inspirando a los estudiantes a convertirse en líderes ambientales a través de experiencias como el desarrollo y siembra de huertos escolares, plantando árboles el bosque comunitario llamado Bosque 4 Pueblos, creando filtros de agua con materiales simples y aprendiendo cómo mantenerse saludable cuando se exponen a productos químicos peligrosos después de los desastres debido a la contaminación de fuente no puntual o difusa.
 

Students, teachers and MCN representatives celebrating the success of the environmental education project at the Rafael Aparicio Jiménez School in Adjuntas
(Estudiantes, maestros y representantes de MCN en reconocimiento por culminación de proyecto de educación ambiental en la escuela Rafael Aparicio Jiménez de Adjuntas)

Los docentes recibieron asistencia técnica MCN y el Hospital General Castañer, desde el inicio de la implementación del proyecto en 2021 hasta su culminación este mes. El equipo de alcance comunitario del Hospital General Castañer ha sido clave para apoyar a los docentes en intervenciones educativas relacionadas con liderazgo, medio ambiente y salud, entre otros temas. En el transcurso del proyecto, que ahora está llegando a su fin, las escuelas llevaron a sus comunidades sus proyectos desarrollados en el aula sobre agua potable y seguridad ante exposición a químicos peligrosos durante los desastres, compartiendo folletos, exhibiciones y otros materiales con la comunidad. Los estudiantes también han educado a sus compañeros más jóvenes como parte de una actividad de formación de formadores proporcionado por sus educadores que les preparara para enseñar a otros. Este proyecto impactó a comunidades BIPOC, de habla hispana, de bajos ingresos en áreas aisladas y desatendidas, alcanzando al menos a ocho maestros, 160 estudiantes, seis líderes comunitarios y 11 trabajadores de alcance comunitario del centro de salud comunitario. Sin embargo, el efecto dominó de este proyecto es mucho mayor, llegando a cientos de miembros de la comunidad para aumentar su comprensión de los beneficios de y la participación en la mayordomía y conservación ambiental a través de la colaboración comunitaria en la preparación para desastres relacionada a la salud humana y la protección ambiental.

Debido al COVID-19, las escuelas participantes no pudieron realizar una Cumbre Ambiental en Adjuntas como una forma de impactar colectivamente a la comunidad y celebrar sus esfuerzos en este proyecto. Sin embargo, queremos reconocer los esfuerzos de todos los maestros, estudiantes y colaboradores en un video especial que se publicará en agosto: ¡estén atentos a nuestras redes sociales!

El equipo de Puerto Rico de MCN tiene su propia cuenta de Twitter. Síguelos aquí: https://twitter.com/PR_MCN.

 

Recursos

Environmental Stewardship: Developing Young Conservation & Emergency Management Community Leaders at School

Educacíon ambiental:

 

 

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